“Lo intenté tres veces” pero “no fui capaz” de lograr que el Parlamento aprobase el acuerdo de divorcio, afirmó ante las cámaras de televisión frente a la puerta del número 10 de Downing Street, su residencia oficial en Londres.
La jefa de gobierno conservadora, que llegó al poder en julio de 2016 tras la renuncia de su predecesor David Cameron por la inesperada victoria del Brexit en el referendo, quería a toda costa sacar a su país de la UE, pero desde hacía meses estaba cada vez más sola y debilitada políticamente.
“Creo que era correcto perseverar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que en el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo”, agregó al borde de las lágrimas.
May dejará el cargo el 7 de junio, tras recibir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien visitará Reino Unido del 3 al 5 de junio. La semana siguiente comenzará el proceso para designar a su sucesor, que será nombrado antes del receso parlamentario, el 20 de julio.
Numerosos aspirantes deberían lanzarse en los próximos días a esa carrera. De momento, anunciaron sus ambiciones el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, y su predecesor, Boris Johnson.
Este último, un controvertido defensor de cortar claramente los puentes con la Unión Europea, llamó inmediatamente al país y al Partido Conservador a “unirse y cumplir con el Brexit”.
Tras el referéndum de junio de 2016 en que 52 % de británicos votó a favor de poner fin a 45 años de integración europea, Reino Unido debía haber abandonado el bloque el 29 de marzo.
Tras año y medio de arduas negociaciones con la UE, May había logrado en noviembre firmar con sus 27 socios europeos un Tratado de Retirada que en 585 páginas recoge las condiciones de la salida británica.
Pero ante el rechazo del Parlamento al acuerdo negociado por May, que los diputados tumbaron tres veces, el Brexit fue pospuesto en dos ocasiones, la segunda hasta el 31 de octubre a más tardar.
Negociación de May y la UE
La carta formal de solicitud para dejar la UE llegó a Bruselas el 29 de marzo de 2017. Ante el rechazo de la UE sobre las condiciones de May, ella se vio obligada a seguir negociando con su imagen debilitada.
En 2018 May fue a la UE con una nueva propuesta, conocida como el plan Chequers, con el que pretendía reservar al Reino Unido ciertos privilegios. Las condiciones fueron rechazadas.
En noviembre, la UE y May firmaron un tratado de retirada dentro de límites fijados por Bruselas, pero no fue ratificado por el Parlamento británico.
A pocos días de vencer el plazo del 29 de marzo, en Bruselas ya había certeza de que May no sería capaz de sacar adelante el acuerdo y que lo mejor era relevarla.
Tras conseguir la nueva prórroga, que expira el 31 de octubre, May expresó que su intención era no tener que convocar elecciones al Parlamento Europeo. Luego, anunció que dejaba su cargo.